Buenos Aires se tiñe de sangre con el festival de cine de terror

Participan filmes y cortos argentinos e internacionales. El Bars se transformó en un referente del cine fantástico ultraindependiente, al brindar un espacio a cineastas para difundir un género que es relegado en la gran mayoría de los encuentros cinematográficos.

La octava edición del Festival de Cine de Terror, Fantástico y Bizarro Buenos Aires Rojo Sangre (Bars) empieza este jueves y se desarrollará hasta el próximo miércoles en el complejo Tita Merello de Buenos Aires, con una amplísima y destacada presencia de filmes argentinos en todas las competencias y muestras paralelas.

Con la intención de difundir y fomentar un tipo de cine que se encuentra en franco crecimiento y efervescencia, tanto a nivel de producción como de aceptación pública, el Bars será la vidriera de 15 largometrajes argentinos de terror y género fantástico, una cifra récord para el país.

Entre esos filmes, que sumados a una innumerable cantidad de cortos producen lo que los organizadores denominan "la explosión del cine fantástico ultraindependiente argentino", se destacan "La última entrada", de Demián Rugna, "Snuff 102", de Mariano Peralta, "La muerte conoce tu nombre", de Daniel De la Vega, e "Inzomnia", de Paula Pollacchi.

"Se trata de una película de brujería en la que pusimos mucho esfuerzo por lograr efectos especiales creíbles para generar terror e impacto en el espectador", afirmó Pollacchi -referente del terror independiente argentino- acerca de "Inzomnia", que protagoniza Fabiana Roth.

"El cine de terror es como un laboratorio, porque todo el tiempo te permite experimentar. Como terreno de experimentación es riquísimo", agregó Pollacchi, cuyo filme se verá mañana, a las 22 horas, y el lunes 5, a las 16.

Al igual que los otros tres títulos, "Inzomnia" participará de la sección internacional competitiva de largometrajes, que incluye filmes llegados de otros países y cuya sede -al igual que la de las demás actividades- será el Complejo Tita Merello, ubicado en Suipacha 442 de la ciudad de Buenos Aires.

El festival ofrecerá además una competencia nacional de largometrajes, en la que se verán "Número 8", de Sergio Esquenazi, "Alea", de Martín Zarlenga, "Massacre Marcial IVX", de Matias Lojo y Pablo Marini, "Bienvenidos al horror", y "Fausta", de Ernesto Aguilar.

Con respecto a los cortometrajes, la enorme producción de filmes locales obligó a los organizadores a crear, además de la competencia internacional, varias secciones temáticas que llevan nombres como Zombies y Mostros, Experimentales, Recuerdos del Apocalipsis, Terror Gourmet, Argentina Clase Z y Bizarro!.

Durante estos años el Bars se transformó en un referente del cine fantástico ultraindependiente, al brindar un espacio a cineastas y espectadores para difundir y acercarse a un género que es relegado -sino directamente ignorado- en la gran mayoría de los encuentros cinematográficos.

En el caso de Pollacchi, quien debutó en el largometraje en 2004 con "Baño de sangre", que se estrenó en el Festival de Cine de Mar del Plata y que también pasó por el Bars, ya había incursionado en el género con sus cortos "El cuarto de Alicia" (1999) y "En mi tumba" (2001).

Especialista en montaje egresada de la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (Enerc), Pollacchi fue invitada a mostrar su película y a dar un seminario sobre cine de terror en el Festival de Cine Independiente de Mar del Plata (Marfici), que empezará la semana próxima en esa ciudad balnearia.

"Mi gusto por el terror nació desde que era muy chiquita, a partir de todos los libros que leí y las películas que veía", recordó la cineasta, que admira a escritores como Edgar Allan Poe y Sthephen King, y a directores como Darío Argento, Brian De Palma y Tobe Hooper.

"El terror es un terreno muy amplio en el cual vos podés hacer convivir un montón de otros géneros, desde la comedia, el drama, el policial y el suspenso.

Es un género que te abre un abanico de posibilidades para las cuales otros géneros están un poco más limitados", agregó la cineasta. Para ella el terror "apela directamente a las sensaciones, trabaja sobre un nivel que no es el intelectual.

Apunta a sentimientos muy primitivos y así permite canalizar y exhorcizar las frustraciones y las angustias de los espectadores".

"Es un género muy subversivo, que habla de temas importantes y denuncia deficiencias sociales con una atmósfera de extrañeza, pesadillas, horrores y visiones oníricas y muy simbólicas", agregó Pollacchi, quien ahora prepara la filmación de "La Virgen de las Arañas", el drama de una esquizofrénica encerrada en un siniestro convento.