Bueno, pues ya sabemos que en ‘10.000 B.C.’ se habla el inglés divinamente. Estos primitivos tienen un lenguaje lo suficientemente desarrollado como para que no nos durmamos viendo sólo imágenes mezcladas con gruñidos. Y hasta hay por medio un narrador que cuenta la historia.
El caso es que aunque se echen sus frasecillas en estos tres clips (en los que no se ve ningún animalillo prehistórico) lo que he visto me ha dejado amuermao. Las escenas son un pelín pastosas aunque quisiera creer que al visionarlas sueltas, sin inmediata continuidad (parece que sí son cronológicas) no tienen excesivo atractivo.
Lo que sí podemos comprobar es cómo se produce la captura de la amada (Camilla Belle) del prota (Steven Strait), un joven cazador que liderará un ejército a través del desierto prehistórico y peleará en su camino con tigres de dientes de sable y depredadores mastodónticos para liberarla de las garras de un malvado señor de la guerra que así a simple vista impone poco y asusta menos.
Espero que el 7 de marzo (estreno simultáneo USA-España) este invento de Ronald Emmerich tenga más espectacularidad.
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